Cada vez son más los colegios que incluyen en su programa educativo un espacio específico para enseñar a los más pequeños a cuidar del medioambiente. Este es el caso del CEIP Luis Gosálbez de Tibi, Alicante, que ha contado con los servicios de FOBESA para instalar un compostador que contribuya a concienciar a los alumnos y alumnas sobre la importancia del reciclaje y la economía circular.
En este contexto, el técnico de la compañía Ávaro Hernández, se ha desplazado hasta el centro educativo para formar al profesorado responsable de las clases encargadas del cuidado del huerto del colegio en el correcto uso de la nueva compostadora, pues el compost que de ella se obtenga servirá para abonar la tierra. Y es que el compost es un abono natural creado a partir de la acción de bacterias, gusanos y hongos que descomponen los residuos orgánicos hasta convertirlos en un abono que aumenta la fertilidad del suelo y favorece el crecimiento de la vegetación.
Durante la sesión, Hernández les ha explicado que este recipiente tiene que cumplir ciertas características -como que esté ventilado y cuente con la humedad adecuada- para que sea posible la transformación de los residuos orgánicos en compost. Una transformación que, como ha asegurado, “puede tardar entre tres y seis meses dependiendo de la estación del año”.
Para ello, tal como ha proseguido, deben utilizarse “peladuras de verduras o fruta, cáscaras de huevo, papel manchado de comida, corchos o restos de pan”, mientras que se debe evitar el depósito de “restos de carne o pescado, productos que contengan grasa o derivados lácteos”.
Para acabar, Hernández les ha transmitido la importancia de remover las diferentes capas de materia orgánica para favorecer que los hongos y las bacterias puedan realizar la descomposición”, siendo además imprescindible “echar algo de agua dentro del recipiente para mantener la humedad adecuada si vemos que la materia orgánica está demasiado seca”.